Punta Arenas tiene una magia tan especial que envuelve a sus habitantes, aún en el rigor de su clima. Por diversas razones, muchos de nosotros tuvimos que emigrar a otras tierras, algunos por motivos de salud, otros por trabajo y también habrá quienes lo hicieron por motivos sentimentales, sin embargo esto no ha sido obstáculo para mantener latente el espíritu que encierra al habitante de esta hermosa tierra austral y de llevar en el recuerdo a nuestra querida zona por siempre y con orgullo. Yo recuerdo que salimos con parte de mi familia por el año 1967, rumbo a Valparaíso, ciudad cálida, pero muy distinta a la nuestra, con costumbres diferentes. Aquí en Punta Arenas, Puerto porvenir o Puerto Natales, todos se conocían, hablo del pasado, porque es lo que viví. Todo aquello a lo que no le dimos tal vez importancia, cobra un lugar distinto en nuestros corazones cuando estamos lejos. Por ejemplo, recordar nuestra infancia en los juegos de la Plaza Sampaio, nuestras correrías por el Río de Las Minas, cuando íbamos a andar en bicicleta a la Av. Colón, nuestros juegos a las afueras de la Escuela Técnica Femenina, o en el patio del doctor Steguens, las idas a la laguna de patinar en las largas noches invernales, o al Parque María Betty con su encanto natural o cuando nos lanzábamos en trineo por calle Colón y por la antigua calle Valdivia, que hoy lleva otro nombre. En aquel entonces íbamos al ciclismo a ver los triunfos de Augusto Caucamán, Sergio Kasic y Adolfo Ulloa y de pronto nos cobijábamos los fines de semana en el gimnasio cubierto, para no perdernos el Basketbol con sus figuras históricas de la época: Antonio Ríspoli, Ivo Radic, Benito Marzan, Jorge Kusanovic, Vicente Karelovic, Leoncio Urra, José Lagos, en fin, los grandes del baloncesto local y los clásicos entre Sokol y el Liceo, el Comercial, Pudeto, todo aquello se grabó con letras de Oro en nuestros corazones . En el box, los combates de Héctor Talma, Mario Paredes, en automovilismo Godfray Filynson, Betoto Vera, en el futbol su figuras eran: Hernán zorzal González, Lulo Hernández, Pipa Telchi, los hermanos Subiabre, Los hermanos Ríspoli (Antonio y Miguel), los hermanos Segovia, bueno y muchos más. No podemos dejar de mencionar a nuestros personajes populares que le dieron vida a nuestro acontecer: Changuita, Rulito, Natalio, Panduro, La Cañamito, La loca Lidia, El Negrito Mol, Paulino, Chamaco y Pato siempre a la salida del cine, las fotos de cajón del señor Bontes en la plaza Muñoz Gamero. Otros lugares tradicionales eran: el Círculo de la Prensa, el Oquendo, El Café de Cristo Barnaba, El Bodegón, El Carnavalito, el C’est si bon, los Cines: Cervantes, Politeama, Gran Palace y Municipal, las carreras del club hípico, recuerdo a Machaquito con Francisco "Pancho" Santana a fines de los 50s. Ganando uno de los mejores clásicos de la época. De ese Punta Arenas hablo, del Punta Arenas que tiene tantas historias que contar, de su clima y sus costumbres y al cruzar el estrecho hacia Puerto Povenir, encontrábamos las carreras de autos por la cuesta Chamaño, sus carreras de Regatas, su pozo del amor que la domina, su Obelisco, Los Flamencos en la bahía, el Cine España de los 60s. y por cierto su gente amable. Todo esto representa esos recuerdos de antaño que como dije antes, están en nuestra memoria colectiva, por este mágico sentimiento provinciano que emerge cada vez que revisamos el tiempo transcurrido y por el recuerdo de sus personajes, Hoy los nombres de Alfonso Cocho Cárcamo, Olegario Gómez, René Formantel, María Velic, Jorge Babarovic, Daniel Ruiz, Selmiro Salgado en las comunicaciones, Amanda Trelles, Sonia Gómez, Malú Grandi, Los Hermanos Barrientos, Los Trianeros, Los Tamas, Luigi y Los Teicos, los Hermanos Olavarría en la música, se me vienen a la mente como aquellos mejores que tuvo la radio en su momento. Radios como: Polar, La Voz del Sur, Austral, fueron verdaderos símbolos de la región y como dijo el poeta José Grimaldi: "Punta Arenas es preciosa, si alguien en quererla vacila, mírela un día de nieve y diga si no es bonita". Por ello he querido escribir estas modestas palabras, como expresión de recuerdo y el agradecimiento de haber vivido y crecido en un lugar tan hermoso y haber compartido los mejores días de mi vida. Ojalá el progreso y la comprensión de las autoridades de gobierno, les permita sean generosos con la región Magallánica que tanto apoyo necesita siempre.
Atte.
Gabriel Sepúlveda Alvarez
Valparaíso.